Jardín Botánico de La Habana


Recorriendo el Jardín Botánico Nacional de Cuba a pocos kilómetros de La Habana


Los autos antiguos son uno de los principales atractivos de Cuba. Se hallan muy bien conservados, tan coloridos que es súper alegre y agradable pasear en uno de estos “museos rodantes”. Luego de un corto “regateo” con el chofer de un Chevrolet Bel-Air descapotable rojo furioso, la ansiosa curiosidad periodística salió a la carretera por el sur habanero derechito hacia el Jardín Botánico Nacional cubano. No resulta exagerado afirmar que en ese lugar se combina a la perfección el sano entretenimiento con el conocimiento de la naturaleza.
Cuidadosamente preservadas, las casi 600 hectáreas de diversidad en cuanto a especies vegetales atraen a muchas familias con sus niños, turistas y por lo general jóvenes estudiantes de la isla, los que realizan visitas a esta belleza natural sin perder detalle. El Jardín Botánico consta de dos grandes áreas bien delimitadas. La primera consiste en las exposiciones, las cuales se encuentran bajo techo y por lo general son plantas de interior. También los invernaderos -que son muy importantes para asegurar una reproducción efectiva de las plantas- se ubican en esta sección que les brinda cuidados especiales. El otro sector del Jardín está compuesto de colecciones a campo abierto. Se delimitan por senderos asfaltados, diferenciando los tipos de vegetación en extensas áreas con césped, por los que se puede transitar a la vera del sereno lago, por ejemplo durante una amena, instructiva conversación con las autoridades de la institución, dependiente de la Universidad de La Habana.

-¿Qué encuentran los visitantes cuando acceden al Jardín Botánico?
-La gente que concurre al predio se encuentra con 600 hectáreas plantadas, clasificadas y ordenadas científicamente. También con diferentes zonas fitogeográficas, colecciones de plantas atendiendo a un uso o grupo de plantas en particular, sumado un plan de actividades para realizar en el Jardín Botánico. Sucede que la Subdirección de Educación Ambiental y Recreación se encarga de motivar la visita y a través de este plan de acción logra que tanto los capitalinos como otros habitantes de La Habana acudan no solo una sino en varias oportunidades.

-¿Cuáles son las principales actividades que se desarrollan en el Jardín?
-Por ejemplo, en verano, que es cuando se reciben más visitantes, durante los meses de julio y agosto, que el estudiantado está de vacaciones, se realizan los denominados Festivales Temáticos. Son festivales dedicados básicamente a grupos de plantas, técnicas de cultivo u otros organismos como es el caso de los hongos.

-¿Qué plantas específicamente?
-Principalmente las cactáceas y otras suculentas, que a los cubanos les gustan mucho. Aráceas, helechos, las bromelias, palmas y cícadas; las begonias y peperomias. Además, me permito a través de ustedes, invitar a sus lectores, oyentes y televidentes a que nos visiten cuando viajen a Cuba. Los esperamos sobre todo si coincide con la edición del Festival de Hongos.

-¿Qué consideración especial se puede hacer sobre este Jardín Botánico?
-Particularmente su gran extensión, como ya se dijo cuenta con 600 hectáreas. Son 1.300 acres, en verdad un privilegio para la isla. Su rica colección de plantas, aproximadamente 3.000 especies. Es un gran Arboretum con algunas otras colecciones como la de palmas, destacando que aquí se atesoran 250 especies, uno de los conjuntos más importantes del mundo, además de ser fundamental para el Trópico. Y, por otra parte, cuenta con personal y técnicos especialmente capacitados, listos para enfrentar cualquier reto o requerimiento que se presenten. Atesora también aves y otros animales asociados al Jardín Botánico, a su vegetación. Por último, llegan observadores de aves, moluscos, insectos, mariposas u otros grupos zoológicos para su contemplación.

-¿La joya de la Corona, la que más cuidan?
-No hay una única especie, una emblemática; en realidad es la flora cubana y debemos cuidarla con el mayor esmero. Trabajar por la protección y la conservación de esa flora ya que todas las plantas son importantes, principalmente las cubanas pues las endémicas sólo crecen en Cuba y si se pierden, el mundo las pierde. Por consiguiente todas son importantes, tanto como ustedes que están hoy aquí junto a nosotros.
El Jardín Botánico de La Habana, miembro de la BGCI “Botanical Garden Conservation International” y promotor de temas relacionados a la educación ambiental y la recreación sana, un verdadero privilegio haberlo visitado.