La Habana


A punto de cumplir 500 años, esta ciudad invita a perderse en sus calles descubriendo un lugar diferente


Nostálgica y pintoresca sería una adecuada definición de la capital cubana. Una ciudad detenida en el tiempo, con limitado acceso a Internet -quizás una ventaja- que obliga a interactuar con la gente cubana, muy educada y especialmente amable que ayuda a perderse en las calles de la ciudad vieja y caminar sin descanso descubriendo a cada paso perlas de una larga y tumultuosa historia.
Fundada en 1519 por el conquistador español Diego Velázquez en nombre de los reyes de España sufrió varias reconstrucciones luego de ataques de corsarios y piratas hasta que la Corona Española decide construir defensas militares convirtiéndola en la ciudad mejor defendida del Nuevo Mundo. Una tradición que se conserva es el Cañonazo de las 9, efectuado desde la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña, anuncia a los habaneros que son las nueve de la noche. Hasta 1863, cuando se derrumbaron las murallas que rodeaban y protegían La Habana de asaltos de corsarios y piratas, ese cañonazo indicaba el cierre de las puertas de la muralla.
El centro histórico de La Habana fue declarado Monumento Nacional por el Gobierno Cubano en 1976 y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1982. También fue una de las ganadoras del Concurso New 7 Wonders Cities en 2016 distinguida sobre todo por su atractivo mítico, lo cálido y acogedor de su ambiente, y el carisma y jovialidad de sus habitantes.

BALLET NACIONAL DE CUBA
Es la compañía cubana de ballet más importante, fundada en 1948, considerada una de las cinco mejores compañías de ballet clásico del mundo. La compañía lleva el nombre de Ballet Alicia Alonso, fundadora y destacada bailarina que actualmente es la Directora de la compañía. Una de las características del ballet en Cuba es el acceso sin condicionantes sociales, solo por su dedicación y capacidad.
Caminar por la Habana Vieja es una actividad imperdible que se puede realizar a cualquier hora tanto de dia como durante la noche, ya que se puede transitar sin problemas de seguridad. Mútiples ofertas de artistas callejeros conviven con la vida cotidiana de sus habitantes, que siempre son cordiales y dispuestos a dar consejos sobre los mejores lugares de la ciudad.

RECORRER EL MALECON
Sus ocho kilómetros acompañan al mar con una variada vista de la ciudad siendo un punto de encuentro entre pescadores, artistas callejeros, deportistas, turistas y parejas que se permite disfrutar la isla mirando al mar, que al atardecer brinda un espectáculo siempre diferente.
Apasionados en sus opiniones tanto culturales como deportivas, los cubanos se reunen frente a los locales y comentan acaloradamente sobre el futbol, abandonando gran parte de su tradición con el béisbol, el deporte nacional. Caminando sus calles pueden verse desde peluquerías callejeras hasta las tradicionales partidas de dominó en reuniones permitiendo a eventuales transeuntes disfrutar de este típico juego.
No es dificil entablar conversación con la gente que es muy amistosa y cordial.

Recorrer La Habana con estilo es hacerlo en un clásico descapotable de los ’50. De llamativos colores y muy bien conservados hay de todas las marcas para que cada fan consiga el deseado. Los precios son razonables y negociables.
Además existen pintorescas opciones con mateos, triciclos y CoCo Taxi, una versión moderna de los Tuk Tuk asiáticos. La cantidad de estilos y culturas diferentes que habitaron La Habana pueden verse en su arquitectura colonial, con una gran variedad de edificios de estilos como el árabe, español, italiano, griego y romano. Posteriormente se agregaron ejemplos del neo-clasicismo, art nouveau, art decó y ecléctico para finalmente con el modernismo transformar gran parte de la ciudad con edificios como el Habana Libre, la Plaza de la Revolución y el Memorial a José Martí, la torre más alta de Cuba con sus 109 metros.
Según Ernest Hemingway hay dos bares obligados, La Bodeguita del Medio para los mejores Mojitos y la Floridita para los mejores Daikiris. Este último con una estatua en tamaño real de destacado escritor que vivió y trabajó varios años en esta isla.

“La gente buena, si se piensa un poco en ello, ha sido siempre gente alegre.”
Ernest Hemingway